domingo, 13 de noviembre de 2016

De Rangún A Hpa'an


Y llegamos a Birmania sin mayores complicaciones. La aduana la pasamos en un momento entre las sonrisas (que nos acompañarían el resto de nuestro viaje por ese país) de los funcionarios del aeropuerto.

Rangún (o Yangón, que es lo mismo, aunque la forma tradicional de escribirlo en castellano es la primera), bonita, lo que se dice bonita, pues no es. Vamos, que si te la saltas, tampoco te pierdes nada. Si, además, llegas un día de la estación lluviosa que jarrea sin parar, pues aún te llama menos la atención. O te dan ganas de salir corriendo más deprisa, depende de cómo se mire. Y como curiosidad, decir que ya ni siquiera es la capitaal del país, honor que recae en Nay Pyi Taw (premio al que conociera la respuesta).

Lo único que tiene Rangún realmente impresionante es la pagoda de oro o pagoda Shwedagon, que debe serlo realmente, pero que por necesidades del guion me perdí, aunque mis dos amigas ejercieron como enviadas especiales y me dijero que me había perdido una de las mejores cosas de Birmania.
El viaje a Hpa'an lo hicimos en autobús que es una manera barata y cómoda de viajar en Birmania, aunque a veces no sea rápida, pero los paiasjes suelen ser espectaculares
.
En Hpa'an, buena ciudad para visitar, mientras tomábamos un café, vimos por primera vez practicar un deporte que luego nos cansaríamos de ver a lo largo de toda Birmania. Lo juegan tres personas en cada equipo, separados estos por una red como la de voleibol, pero solo se le puede dar a la pelota (que está hueca) con la cabeza o con el pie, pero no con la mano. Es realmente difícil y son verdaderos especialistas. El día que se haga deporte olímpico, seguro que arrasan.

Jugando al voleibol con el pie al borde del río en Hpa'an.
Hpa'an es una ciudad interesante, sobre todo por las excursiones que se pueden hacer. Nos alojamos en el Soe Brothers 2, que está un poco más lejos del centro (dentro de que es una ciudad pequeña y se puede ir andando), que está mejor que el 1. Allí mismo se pueden contratar las excursiones a unos precios muy razonables. Hay varias grutas que se pueden visitar en el mismo día, que están repletas de budas, y se puede subir a alguna colina desde donde hay unas vistas espectaculares. En una de las cuevas una mujer se me acercó y me chilló. "Snake, snake" ("Serpiente, serpiente"), y cruzó corriendo. Era una serpiente no muy larga de un verde muy chillón. No sé cuán venenosa era, pero no me quedé a averiguarlo.

Santuario-gruta en las cercanías de Hpa'an.


También en Hpa'an vimos una cosa que, según habíamos leído en Internet, no podía suceder. Monjes o estudiantes para monjes budistas jugando al fútbol. No os creáis todo lo que leáis en Internet...

Pasamos otro día más en Hpa'an donde descrubimos realmente por primera vez qué significa estar en Birmania en temporada de lluvias. Nos cayó una manta de agua impresionante, pero son gajes del oficio. Lourdes y Susana hicieron una pequeña excursión a la que yo no me apunté (porque no pude) y luego nos dedicamos a comer una ensalada muy rica (de cuyo nombre lamentablemente no puedo acordarme) y toimar una cerveza (mucho más rica la Myanmar que la Mandalay), y a hacer tiempo para coger el autobús nocturno para Kalaw, con la idea era hacer un trekking de dos días y una noche hasta el lago Inle.


Concentración de budas en una cueva


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